viernes, 18 de septiembre de 2009
QUEREMOS UNA LEY DE EXTRANJERÍA JUSTA Y HUMANA
Ante la nueva Reforma de la Ley Orgánica de Extranjería, Cáritas Diocesana quier informarnos y concierciarnos de los posibles recortes en derechos que supone esta LEY para las personas migrantes.
El Papa Benedicto XVI en su última Encíclica "Caritas in veritate" nos recuerda que "Todo emigrante es una PERSONA, que como tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación".
Son realidades de algunos inmigrantes de nuestra diócesis:
Carlos y Omar viven en Las Palmas de Gran Canaria, pero según la nueva ley, el ayuntamiento no podría empadronarlos porque carecen de autorización de estancia o residencia. No tendrían derecho a tarjeta sanitaria y quedarían limitados para su acceso a los servicios sociales y a prestaciones sociales básicas.
Edgar, Bea y Abdul denuncian el aumento de internamiento de 40 a 60 días, privándolos de libertad por una falta administrativa.
María cumple todos los requisitos actuales de la ley pero para poder tener a sus padres tendría que esperar a que cumplieran los 65 años. (Dicen que habría excepciones por razones humanitarias).
Jesús ¿qué haría ante estas situaciones?.
Y nosotros ¿qué hacemos ante estas situaciones?
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